jueves, 29 de diciembre de 2011

tengo fe, pero no pasa nada...

Un hombre que vivía en un lugar donde había sequía, día a día le pedía a Dios que le cumpliese su mayor sueño el cual era, poder llenar un barril de agua, y meterse en el y disfrutar.
Un día, a eso de la 1:00 a.m. escuchó en la lámina de su casa como gotas de agua, efectivamente estaba lloviendo. Pero el estaba cansado y adormitado, pensó varias veces levantarse, el sueño lo vencía, hasta que al fin con fuerza de voluntad se levantó y así adormitado como estaba, colocó un barril en el canal donde caían las grandes cantidades de agua.
Al otro día este hombre se levanto feliz, pensando que al fin su sueño se cumpliría, corrió con una toalla al barril pero la sorpresa fue que este estaba vació. ¿Que fue lo que sucedió? Este hombre estaba adormitado y cuando coloco el barril lo colocó al revés y toda el agua se había desperdiciado.
Dios esta derramando grandes bendiciones sobre tu vida, pero depende de tí el no desperdiciarlas, ¿Cómo esta tu corazón? ábrelo y permítele a su espíritu morar en tí.

Juan 10:10
yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.

Efesios 3:20
Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros,

Santiago 1:17
Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.

Mateo 7:11
Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?

Moro Judio (Drexler)

Por cada muro un lamento
en Jerusalén la dorada
y mil vidas malgastadas
por cada mandamiento.
Yo soy polvo de tu viento
y aunque sangro de tu herida,
y cada piedra querida
guarda mi amor más profundo,
no hay una piedra en el mundo
que valga lo que una vida.

Yo soy un moro judío
que vive con los cristianos,
no sé que Dios es el mío
ni cuales son mis hermanos.

No hay muerto que no me duela,
no hay un bando ganador,
no hay nada más que dolor
y otra vida que se vuela.
La guerra es muy mala escuela
no importa el disfraz que viste,
perdonen que no me aliste
bajo ninguna bandera,
vale más cualquier quimera
que un trozo de tela triste.

Y a nadie le dí permiso
para matar en mi nombre,
un hombre no es más que un hombre
y si hay Dios, así lo quiso.
El mismo suelo que piso
seguirá, yo me habré ido;
rumbo también del olvido
no hay doctrina que no vaya,
y no hay pueblo que no se haya
creído el pueblo elegido.