Estando un niño de 8 o 9 años mi papá me llevaba a casi todos los lados a que él iba a practicar algún deporte, sobre todo baloncesto, martes y jueves en el club arroyo hondo éramos los últimos que nos íbamos (10 u 11pm) yo con colegio al otro día, no había una vaina que yo disfrutara mas.
Ya con 13 años lo acompañé al club del banco de reservas un domingo en la mañana a un torneo interligas, esa mañana a mi papá le rompieron la nariz…que bendición, por ese tablazo conocimos el tenis, buscando un deporte menos físico hace ya 15 años.
El tenis me ha dado la oportunidad de viajar, de conocer otros países, culturas, de aprender sobre sacrificios, metas, satisfacciones, alegrías, dolores. Me ha enseñado tanto, pero tanto.
Hoy, 15 años después, me da la dicha de poder compartir una vez más un torneo estando con El del mismo lado de la cancha, haciendo pareja con mi papá y jugando a un nivel que para su edad he visto muy pocos. No hay nada en el mundo comparado con esto ni que pague semejante satisfacción.
Vamos arriba!!!
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